QUE ES EL COUNSELLING Y LA ESCUCHA ACTIVA (Federica Luzelena Amarisse - Sevilla)

En el 2005 encontré un médico que se dedicaba a la Naturopatía y allí empezó todo. Me gradué primero en Naturopatía y después empecé la carrera en Psicología en la Universidad, especializándome en Counselling Gestáltico y escucha activa (Master en Psicología Forense de los adultos y de los menores).

Desde el 2010 sigo todavía formándome porque creo que el conocimiento necesita estar a la orden del día.

Estoy convencida que, al margen de mi preparación académica, cuento con la experiencia REAL de una vida difícil repleta de adversidades, tanto en el campo de la salud como en el campo emocional. Conozco en mis propias carnes el miedo, el dolor, sentirme perdida, tener que luchar en la vida para conseguir mis objetivos, superar una rotura o una enfermedad como puede ser un tumor. Y eso me hace una profesional no sólo con conocimientos teóricos, si no con la parte más humana y heridas que una persona puede tener en su corazón.

Trabajo con la Naturopatía y con el asesoramiento psicológico, conocido como Counselling. ¿Cómo trabajo?
Primero escuchar a la persona de forma personalizada porque esto me ayuda a empatizar y ponerme en el lugar de mi cliente para ver con mayor claridad cuál es el conflicto que vive y qué le produce un malestar físico o emocional. Considero que las emociones no se pueden considerar ni buenas ni malas. Simplemente, cuando hay algún bloqueo, conflicto o dificultad es porque las emociones nos desbordan y creemos que no podemos llegar a ver la luz al final del camino. 

Entonces, tanto la Naturopatía como el Counselling, ayudan la persona a trabajar en la parte física (con la fito y floriterapia, con los oligoelementos, consejos de estilo de vida saludable personalizados, si es necesario con técnicas corpóreas como la reflexología) y con el Counselling trabajamos la parte emocional (sesiones de asesoramiento psicológico, mindfulness y técnicas manuales como el dibujo).

Las herramientas son muchas, pero cada persona es única y no hay un protocolo. Por eso, el primer encuentro es muy importante y necesita un tiempo más largo, entre hora y hora y media, porque se necesita “ver” la persona a 360°. El trabajo se establece con la persona que, en mi forma de trabajar, tiene que ser activa y consciente de lo que vamos a hacer y, por supuesto, cada persona a su ritmo. 
Respectar y valor la diferencia de cada uno es fundamental, como crear un clima de confianza, respecto y ausencia de juicio.
La persona que acude a mí, tiene también la ventaja de poder ser atendida en otros idiomas, a parte del castellano: inglés e italiano.

Dos casos en concretos, una mujer y un hombre.

La mujer que vino contándome que tenía un problema de ansiedad y autoestima (no patológica). Después de haberla escuchado en la primera sesión y haber utilizado una técnica de escucha activa a espejo, la persona se dio cuenta que el problema real era otro. Por privacidad no entro en detalles. Decidimos el trabajo que hacer juntas: 1 sesión presencial cada semana de Counselling por lo menos por 4 semanas seguidas, un trabajo en casa de respiración cada día, más el utilizo de Flores de Bach seleccionados por ella y un trabajo de visualizaciones con los minerales, también seleccionados de manera personalizada. Ya después del primer mes, la mujer tuvo un mejoramiento general y sobre todo tenía más claro el bloqueo interior que no le permitía sentirse bien. Después de dos meses, llegó a sentirse más fuerte, a hacer cosas por si misma (autoestima) y, cada vez que sentía que podía tener un poco de ansiedad, podía utilizar las herramientas aprendidas para gestionarla de forma natural y más tranquila. ¡Un buen resultado!
 

El hombre, vino por un problema de comunicación con su pareja y poca concentración en el trabajo debido a cansancio. Trabajé primero la parte física (el tema del cansancio) con la fitoterapia y algunos oligoelementos, algunos consejos de alimentos para integrarlo en su dieta diaria, ejercicios de respiración y mindfulness. Después de un par de semanas empecé el trabajo emocional propiamente dicho, que después de tres meses permitió a la persona enfocarse nuevamente con energía en el trabajo y mejorar su relación de pareja, consiguiendo comunicarse de forma más empática.

Cuando hablamos de salud, muchas veces creemos que esto se refiera a un estado físico bueno: comer bien, no tener kg demás, hacer deporte.
En realidad, un buen estado de salud es un compendio de muchos más factores juntos: comer sano por supuesto, hacer alguna actividad física que nos guste, estar en un peso que no ponga en peligro nuestra salud (pero sin obsesionarse solo por tema estético) y muy importante intentar aceptarse como uno es, trabajando mucho con las propias emociones personales.
Fortalecer nuestra autoestima y valorar nuestras fortalezas sin juzgarnos demasiado.